Curioso edicto de excomuniónen SOBRE el proceso de beatificación de Fray Sebastián de Jesús Sillero
Fray Sebastián
en vida, escribió múltiples cartas dando consejo espiritual a muchas personas,
así como dejó de su puño y letra su propio testamento y además un pequeño
librito con sus reflexiones espirituales, que hoy en día se encuentran en el
archivo reservado de nuestro Palacio Arzobispal, donde he tenido la fortuna de
estudiarlos.
Cuando falleció
todos esos documentos se convirtieron en reliquias de un valor inestimable.
Nadie quería deshacerse de sus escritos.
Hasta nuestro rey Carlos III conservaba una carta de Fray Sebastián, que
siempre llevaba encima y no quería separarse de ella, hasta tal punto que
cuando tuvo que dejarla unos días para que le hicieran copia a fin de
presentarla en la causa de beatificación, estuvo sin salir de su palacio varios
días hasta que no se la devolvieron.
Y así todos los
que tenían algo de él, desde botones, pañuelos, trocitos de su hábito,
etc. Nadie quería desprenderse de ellos.
En el proceso
de beatificación, el Cardenal Solís nombró especialmente para las diligencias
de Información, al lector de Teología del Colegio de San Buenaventura, Fray
Tomás Delgado, para que recogiese los testimonios escritos que había dejado
Fray Sebastián. Pero nadie quería
entregarlos. Todos querían conservar su
reliquia del hermanito Sebastián.
Tanto es así,
que tras pasar un tiempo no se halló documentación alguna de su mano. Entonces al ser requerido Fray Tomás por el
Cardenal Solís y no tener resultados positivos, el primero le expuso los
motivos y solicitó del Cardenal una solución.
El Cardenal
Solís, promulgó un edicto, datado el 8 de julio de 1771, por el que manda en “virtud
de Santa Obediencia, pena de Excomunión mayor… a todas y a cada una de las
Personas que retienen dicho escrito a modo de Testamento, que dexó el dicho
Siervo de Dios, y un Librito escrito de su propia mano sobre diferentes
asuntos; como asimismo muchas Cartas, que dirigió a varias Personas, u otros
cualquiera Papeles manuscritos, que se digan de dicho Siervo de Dios, para que
dentro de sesenta días… los traigan y exhiban ante Nos….”
El edicto de
excomunión mayor promulgado por el Cardenal Solís dio resultado.
A los pocos
días, los devotos comenzaron a presentar los manuscritos que tenían de Fray Sebastián
en el Palacio Arzobispal.
Al final, de
todos los documentos presentados, se unieron al proceso de beatificación 49 y (los
demás, que eran muchos), aunque había muchos más, los que sobraron, se quedaron
en poder de Fray Tomás Delgado, por si más adelante interesaba presentarlos en
el proceso.
Antonio López González
Hola Don Antonio,sería usted tan amable de facilitarme una dirección de correo electrónico para poder ponerme en contacto con usted. Un saludo, gracias.
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