El pasado 21 de octubre tuvo lugar una conferencia-coloquio en Montalbán, el pueblo natal de Fray Sebastián, organizada por la parroquia de Santa María de Gracia, en la que tuve el honor de divulgar los aspectos más relevantes de su biografía así como de los milagros que hizo nuestro Venerable Siervo de Dios y de su proceso de beatificación.
A continuación os trasladamos parte de la conferencia que allí ofrecí, especialmente la relativa a los milagros y al proceso de beatificación. Así como os enlazamos las cartas enviadas al Papa y al Rey y la contestación de éste último.
MILAGROS DE
FRAY SEBASTIAN
Fray Sebastián era una
persona humilde, cordial, que hablando a los demás apaciguaba los corazones.
Transmitía tranquilidad y sosiego. El
tiempo que le sobraba de sus
obligaciones en el convento, lo dedicaba a atender a los fieles y
necesitados, y también atendía a los
presos de la Cárcel Real.
Y además se dedicaba a hacer
cruces pequeñas con las ramas de un gran laurel que había en el convento. Y con
estas cruces, en muchas ocasiones, asistía a quien le necesitaba y también con
ellas curaba a los enfermos.
Normalmente se le veía por
las calles de Sevilla, con su talega al hombro, pidiendo limosna y también
dado, acercándose muchos pobres que él los remediaba sacando un pan de la
talega para entregarlo al pobre, pero hasta él mismo se sorprendía, pues al
haber dado los que llevaba, al meter nuevamente la mano había otro pan para
remediar al necesitado, y así muchas veces más,
por eso se le representa con su talega al hombro, asistiendo a los
necesitados.
Pero sobre todo se dedicaba a
la oración y a la penitencia, premiándolo Dios con los siguientes Dones
sobrenaturales:
LEVITACIÓN, cuando se
dedicaba a la oración, hasta límites que llamaba la atención de los demás
hermanos, cuando lo veían levitar en su celda, en el coro, en la iglesia….
TRASLACIÓN, se
desplazaba de un sitio a otro rápidamente.
Nadie sabía cómo podía ir y
volver en tan poco tiempo
Se dio el caso de que un
señor fue con su carruaje al convento para rogarle que fuera a su casa a ver a
su mujer, que padecía fuertes dolores. Fray Sebastián le indicó que se fuera,
que ya él iría para allá. El señor se
fue rápidamente a su casa y cuando llegó a ella, ya hacía rato que había
llegado Fray Sebastián
NO SE MOJABA, andaba
bajo la lluvia sin mojarse, siempre tenía el hábito seco.
ADIVINANZA, Sabía los
pensamientos de las personas, sin preguntar.
Se presentaba en las casas y
solucionaba los problemas antes de que fueran más graves y nadie le había
avisado.
Un día que iba por la calle,
al cruzarse con un hombre se arrodilló en reverencia al Stmo. Sacramento y
efectivamente, el hombre llevaba bajo sus ropas un copón con las Sagradas
Formas que acababa de robar en una iglesia.
PROFECÍA, Predijo en
numerosas ocasiones a los padres, que su hijo tal llegaría a ser sacerdote,
cosa que siempre se cumplía.
Vaticinaba tanto lo bueno
como lo malo, pues también se atrevía a comunicar las fechas de fallecimiento.
Al rey Carlos III, cuando era
infante residiendo en Sevilla con su padre Felipe V, le vaticinó que llegaría
el día en que sería coronado Rey de España, cosa no probable pues tenía dos
hermanos antes por línea de sucesión. Y se cumplió llegando a ser Rey de España.
Pero la profecía más conocida
sucedió en 1734, año de gran sequía y pidieron consejo a Fray Sebastián. Y fue
el caso que cuando entró Felipe V en Sevilla con su séquito, para que pudieran
pasar, se quitó la Cruz de la Cerrajería que estaba en medio de la calle
Sierpes y se puso a la entrada del convento de las mínimas y allí se quedó sin
reponerse en su sitio. Fray Sebastián
dijo que hasta que no se repusiera la Cruz en su sitio no llovería. Y fue así,
pues cuando fueron a trasladarla de nuevo a su sitio, calló un gran aguacero, y
también en los siguientes días, remediándose la sequía.
MILAGROS
GENERALES
Son muchos los milagros testificados, tanto en
Sanlúcar, Ronda, Lepe, Sevilla, y entre ellos están:
EL
PALO DE SANLÚCAR
Cuando
estaba en el convento de Sanlúcar de Barrameda, había obra en la iglesia y
necesitaban una gran viga de madera y al no poderla comprar los frailes fue
Fray Sebastián a pedírsela al aserrador. Éste le dijo que se la daba si se la
llevaba él en ese momento. Mofándose pues sabía que por su peso, se necesitaban
varias personas. Entonces Fray Sebastián
se la echó al hombro y la llevó al convento seguido del aserrador y de los
curiosos que había por el camino.
HUEVOS
ROTOS.
Se
encontró un día Fray Sebastián en la plaza de la Pescadería de Sevilla, a un
muchacho sentado en el suelo llorando, porque al llevar un canasto de huevos,
se le cayó rompiéndose todos. Entonces Fray Sebastián lo consoló y le dijo que
los huevos no estaban rotos, recogiéndolos el muchacho uno a uno y todos
estaban enteros.
TEMPESTAD
DE CARLOS III
Cuando
El Infante Carlos de Borbón se embarcó con dirección a Italia, llevaba una cruz
de Fray Sebastián, que le dio antes de partir diciéndole “puede suceder que ocurra alguna borrasca en el mar, y en este caso
cesará arrojando esta crucecita al agua”. Y fue el caso que en medio del
mar se levantó una gran borrasca, pero por
no perder la cruz no la arrojó al mar, sin embargo igualmente amainó de
repente la borrasca.
CURACIÓN
DE LA INFANTA MARÍA LUISA
También
sucedió que estando en Nápoles con su hermana la Infanta María Luisa, fue
afectada ésta por una grave enfermedad, entonces él sumergió la cruz de Fray
Sebastián en un vaso de agua y se la dio de beber a la enferma. Desde aquel
mismo instante empezó a aliviarse, recuperando totalmente la salud.
CURACIÓN DE DON FRANCISCO JOSE DOMINGO DE OLAZAVAL
Cuando
tenía dos años le entraron unas calenturas tan fuertes, que los médicos
pronosticaron su próxima muerte. Fue a visitarle Fray Sebastián y quedándose
solo con el niño, salió del dormitorio a los pocos momentos, quedando la
familia asombrada al ver al niño sentado en la cama sin fiebre y totalmente
recuperado. Con los años llegó a ser Deán
y Canónigo de la Santa Metropolitana Catedral de Sevilla.
CURACIÓN DE DON BENITO MONTENEGRO
Estando
este señor desahuciado por los facultativos y en los últimos momentos de su
vida, entró Fray Sebastián a visitarle y poniéndose a rezar junto a él, le
dijo: “Hermano, gracias a Dios, mañana estará mejorado”.
Al
día siguiente se levantó totalmente curado, con gran asombro del médico Alonso
de la Coz, que testificó que solo un santo podía obrar tal maravilla.
CURACIONES
VARIAS
Además,
existen en el proceso muchas más curaciones debidamente testificadas y probadas…
RESURRECCIONES.
También
realizó varias resurrecciones, se tienen atestiguadas concretamente tres que
son:
TERESA
LÓPEZ, de Sevilla, cuidaba a una niña de un año, pero estaba ésta tan delicada
y enfermiza que al mismo médico se le murió en los brazos. A las dos horas, con la niña ya amortajada,
llegó Fray Sebastián a su casa a pedir limosna.
Le hicieron pasar y viendo la cara de la niña le dio mucha pena. Entonces dijo que estaba dormida y dijo a la
niña “oye, oye, despierta ya”, y la niña abrió los ojos y quedó completamente
sana.
JOSÉ CANO VILLAVICENCIO. Vecino de Sevilla, tenía un hijo que acababa de fallecer de
una enfermedad. A las tres horas se
presentó Fray Sebastián en la casa y levantándole el lienzo de la mortaja el
niño abrió los ojos y se recuperó perfectamente.
BERNARDA
DE ZAMORA, también vecina de Sevilla, dio a luz a un niño, pero nació con tal
debilidad que a las pocas horas murió.
Avisado Fray Sebastián, se presentó en la casa y cogiendo al niño lo
puso bajo su hábito y lo llevó a la iglesia seguido de familiares y muchos
curiosos. Allí sacó al niño del hábito y
revivió a la vista de todos. Lo bautizó
y otra vez entre las telas del hábito lo llevó a su madre.
MILAGROS
DESPUÉS DE SU FALLECIMIENTO
Una
vez fallecido siguieron los milagros que hacía Dios por intercesión de Fray
Sebastián, siendo algunos.
JUANA
LEÑERO, lactaba a una hija suya, sufriendo agudos dolores en su pecho. El día del fallecimiento de Fray Sebastián,
se dirigió al convento y consiguió con unas hojas de flores aromáticas tocar su
cuerpo. Cuando llegó a su casa se las
puso en el pecho y se le quitaron todos los dolores.
JUAN
DE ARTEAGA, cirujano de Sevilla, asistió a Fray Sebastián durante su enfermedad
y le practicó lo que se llamaba una sangría. Movido por su fama de santidad,
mojó en la sangre del Venerable dos lienzos que guardó con cuidado. Al día
siguiente un lienzo estaba totalmente teñido de sangre y en el otro se había
tamizado formando tres copones rodeado de una circunferencia de quince rosas.
Este
prodigio se divulgó por toda la ciudad y muchos solicitaron el lienzo para
conseguir alguna gracia.
Entre
ellas, una señora que tenía una hija enferma y desahuciada por los médicos, le
aplicó el lienzo y obtuvo una curación completa e instantánea.
También
sanó un señor que padecía enajenación mental y otro afligido por un tumor
peligroso.
APARICIONES
y CURACIONES DE FRAY SEBASTIÁN
Las
apariciones de Fray Sebastián después de su fallecimiento a muchas personas de
varias clases y categorías son prodigios totalmente acreditados.
La
primera fue a su hermana MARIA DE LA CONCEPCION SILLERO, que quedó en estaxis y
al recuperarse dijo: “Mi hermano ha muerto y vino a despedirse de mí” Estaba en la ciudad de Écija y a los pocos
días cuando llegó la noticia desde Sevilla, comprobaron que fue el mismo día.
A
las seis horas del fallecimiento se apareció a MARIA GONZALEZ, que estaba muy
enferma y dándole un panecillo se marchó seguidamente. La señora sanó
totalmente.
A
JUAN CAMACHO VELAZQUEZ, de la villa de Manzanilla, que se encontraba con
heridas en una pierna, que no podía andar y estaba deseoso de ir a Sevilla para
que lo viera Fray Sebastián. Enterándose
que había fallecido, a los pocos días se le apareció, le dio un ungüento en la
pierna y al día siguiente estaba totalmente curado y andando sin ni siquiera
tener cicatrices.
También
se apareció a D. LUIS ARTEAGA, SU MUJER Y A MANUEL DE SEVILLA, Notario de la
ciudad, que dieron testimonio de la aparición.
ANTONIA
DE LEDESMA, MUJER DE PEDRO PALOMERO, guarda-joyas de Carlos III, estaba enferma
con un gran reuma que la impedía hasta alimentarse. Su marido adquirió uno de los retratos que se
hicieron de Fray Sebastián después de su fallecimiento, se lo aplicó a la
enferma y sanó al punto completamente.
JOSEFA
DE UGUES, devota de Fray Sebastián tenía un hijo que estaba bastante mal a
causa de una gran insolación, por la noche la madre aplicó una estampa de Fray
Sebastián al hijo y éste se levantó al día siguiente completamente sano.
Y
hay muchos más testimonios de personas que con graves dolencias, al
encomendarse a Fray Sebastián o aplicando a los padecimientos alguna estampa o
reliquia, sanaron completamente.
Pero
para finalizar esta relación de milagros, es necesario hacer mención al
realizado a finales de noviembre de 1788 a la señorita Silvia Frontoni en la
misma Roma. Esta señorita estaba
afectada por una parálisis declarada por cinco médicos que la habían tratado
sin conseguir mejora alguna. Y ella, encomendándose a Fray Sebastián a través
de una estampa, sanó instantáneamente.
El
caso fue llevado de inmediato al proceso, reconociéndola otros médicos y
ocupándose tres obispos de tomar las declaraciones a los testigos.
PROCESO DE
BEATIFICACION
Al poco de su fallecimiento
se empieza a gestionar todo el proceso de beatificación.
Se encarga una biografía,
pero al no gustar, se encarga otra.
En 1771 S.M.
Carlos III, viendo el retraso en comenzar, escribe una carta al Cardenal don
Francisco de Solís Folch de Cardona, quién inicia el proceso ese mismo año,
pidiendo que quien tuviera una carta, reliquia u otra cosa de Fray Sebastián,
que fuera al Palacio Arzobispal para atestiguar.
Pero como no iba nadie,
porque todos querían conservar la reliquia de Fray Sebastián, tuvo que ejecutar
un edicto con pena de excomunión a los que se quedaran dichas cosas.
Entonces empezaron a
presentar las cartas y reliquias y a dar testimonio de Fray Sebastián.
Se documentó también su fama
de santidad en vida, muerte ejemplar y fama póstuma de la santidad.
También se documentó los
milagros, así como sus apariciones después de su fallecimiento.
Tres años se
tardaron en reunir todas las piezas oportunas, que se enviaron a Roma para que
fueran examinadas por la Congregación de Ritos.
Por edicto del 19 de junio de
1775 el Papa Pio VI, una vez vista toda la documentación enviada desde Sevilla,
autoriza proponer y discutir el Dubio o cuestión de introducción de la causa,
poniendo a discusión la siguiente cuestión:
¿Está comprobada la validez y
excelencia de los procesos apostólicos instruidos sobre la fama de santidad,
virtudes y milagros “in genere” del venerable Siervo de Dios F. Sebastián de
Jesús Sillero, en el caso y para los efectos de que se trata?
La Sagrada Congregación de
Ritos, resolvió AFIRMATIVAMENTE el 27 de Enero de 1778, ratificando esta
resolución SS Pío VI el 11 de Febrero de 1778.
Después se pasó a estudiar
todos los escritos de Fray Sebastián, llegándose a la conclusión de que no
había en ellos nada digno de censura por los teólogos de las comisiones,
resolviendo la Sagrada Congregación de Ritos que se podía pasar a la siguiente
sesión, siendo esto ratificado por decreto de SS el 4 de agosto de 1779.
Se pasó posteriormente al
estudio y análisis sobre virtudes y milagros “in specie” del Siervo de Dios
Fray Sebastián.
Siete años se tardó en este
apartado y sesenta y siete testigos fueron examinados, siendo todos positivos.
Se pasó después al siguiente
Dubio:
¿Consta la validez de los
procesos instruidos, ya por la autoridad apostólica, ya por la ordinaria, sobre
si los testigos han sido examinados en toda escrupulosidad y con arreglo a
derecho, y si han sido legítimamente compulsados los monumentos aducidos para
el caso y efecto de que se trata?
La Sagrada Congregación de
Ritos resolvió afirmativamente, siendo ratificado por SS Pío VI en 24 de
septiembre de 1785.
Para la conclusión final del
proceso, solo faltaba la celebración de la sesión antipreparatoria, que es en
la que aprueban y declaran las virtudes en grado heroico, la preparatoria en
que se aprueban y declaran los milagros, y la general a la que concurre Su
Santidad, y en la que se hace la declaración solemne de la beatitud del siervo
de Dios.
Estoy de acuerdo con lo que
indica el biógrafo León Carbonero, de que las dos sesiones primeras se habían
celebrado ya, pues la refiere el embajador de España en Roma Don Manuel de Mendizábal
en unas cartas de 1789 y 1790 a Fray Tomás Delgado, prior de la Casa Grande de
San Francisco en Sevilla, pero no se encuentran los decretos verificándolos,
aunque tienen que estar en los legajos del proceso en el Vaticano.
Como indica el biógrafo
textualmente:
“De todos modos no vacilamos
en afirmar que la causa de beatificación del Siervo de Dios está plenamente
instruida y solemnemente conclusa, faltando solo la celebración de la sesión
general, que es la que SS pronuncia el decreto solemne de beatificación llamado
“tuto” por la fórmula:
“Tuto procedi posse ad
beatificationem”.
¿CUALES
FUERON LAS CAUSAS PARA QUE NO SE CELEBRARA ESTA SESIÓN GENERAL?
Una
razón que indican algunos es el fallecimiento del Rey Carlos III en diciembre
de 1788. Fue el principal valedor de
Fray Sebastián, pues había sido su amigo y confidente. Sin embargo
posteriormente se habían realizado las sesiones en las que se aprobaron las
virtudes heroicas y también en las que se probaron los milagros.
Creo
que la principal causa fue que al iniciarse la Revolución Francesa en 1789, con
su ideas anticlericales y las desamortizaciones de los bienes de la iglesia y
la persecución de los sacerdotes y frailes, no era momento propicio para
beatificaciones, máxime cuando en 1792 invade Napoleón Italia y el 15/02/1978 entra
en Roma apresando a SS Pío VI (que contaba entonces 81 años), llevándoselo
prisionero a Valence, donde muere cautivo el 29 de agosto de 1799.
Una
vez restituido el orden jerárquico y vencido Napoleón, todo el proceso de Fray
Sebastián quedó en el más absoluto olvido.
Descansará en los archivos del Vaticano, aunque en los “FONDOS
RESERVADOS”, para que no los pueda examinar nadie sin autorización expresa.
En
Sevilla, existe una copia de parte del proceso y que con autorización expresa
del Cardenal emérito de la archidiócesis, Fray Carlos Amigo Vallejo, pude
examinar.
Ahora,
la única puerta es Roma, conseguir ver allí el original del proceso y
atestiguar donde se quedó.
Para
terminar, sólo quiero haceros partícipes de las dos gestiones que se han realizado
últimamente referente al proceso.
Primero.
La carta al Rey y su contestación.
Segundo. La carta al Papa.
SIGAMOS REZÁNDOLE CADA UNO EN PRIVADO A FRAY SEBASTIÁN, PORQUE
SEGURO QUE MUY PRONTO PODREMOS REZARLE EN LOS ALTARES.