OTRO LUNES
SANTO, PERO MUY DISTINTO.
Como ya sabéis, todos los Lunes Santos,
cuando llega cuando llega el Milagroso Crucificado de la Vera Cruz a la
Catedral, me subo al paso y cojo los dos ramitos de lirios que en la Capilla
había puesto antes de salir a los pies del Cristo. Acompañado de los dos pajes
que anteceden a su paso, me dirijo al coro de la Catedral y una vez que nos
abren la cancela accedemos al mismo y los colocamos sobe la lápida que cubre el
sepulcro donde reposan los restos de Fray Sebastián. Seguidamente rezamos su oración y una vez
terminada, volvemos raudos junto a nuestro Crucificado, que aún se encuentra
dentro de la Catedral, para continuar la
estación de penitencia.
Y habría sido así nuevamente, si no se
hubiera metido por medio el dichoso coronavirus, pero como todos sabéis se ha
suspendido los desfiles procesionales de Semana Santa y además estamos
confinado en nuestros hogares sin poder salir a la calle.
He estado hablando telefónicamente esta
misma mañana con nuestro Hermano Mayor y hemos quedado en que una vez termine
el confinamiento y podamos nuevamente salir a la calle, citaremos a toda la Junta
de Gobierno y a todos los devotos que lo deseen, para ir a la Catedral con el
ramo de lirios, que antes lo tendremos puestos a los pies de nuestro Milagroso
Crucificado y ofrecérselo a Fray Sebastián como si fuera Lunes Santo.